lunes, 25 de agosto de 2014

JORDANIA / Ammán


El Reino Hachemita de Jordania (llamado así oficialmente) es un país relativamente pequeño, ubicado entre Siria (al Norte), Irak (al noroeste), Arabia Saudita (al sureste), el Mar Rojo (con el golfo de Akaba al suroeste), y con Palestina e Israel al oeste.

Es un reino joven creado a raíz de la división llevada a cabo tras la Primera Guerra Mundial, llamándose entonces Reino Hachemita de Transjordania, hasta la Guerra árabe-israelí de 1948, que Abdalá tomó el título de Rey de Jordania y Palestina.

Actualmente en el país reina Abdalá II.

Poco sabíamos de Jordania cuando iniciamos nuestro viaje. Junto a la información que nos facilitó la agencia de viajes, nosotros indagamos por Internet descargando fotos y planos de los lugares que recorreríamos.

Teníamos previsto visitar Amman, la capital política y administrativa; el Monte Nebo, desde donde Moisés contempló por primera vez la Tierra Prometida, y donde supuestamente está enterrado; las ruinas romanas de Jerash, consideradas como unas de las mejores conservadas; Madaba, la ciudad de los mosaicos; los castillos del desierto, construidos por los omeyas entre los siglos VII y VIII; el Mar Muerto, a 411 metros bajo el nivel del mar; Áqaba y el desierto del Wadi Rum. Pero sin duda, lo que más expectación nos causaba era la visita a la antigua Ciudad de Petra.

Ammán

Aterrizamos en el aeropuerto Reina Alia de noche y cogemos un taxi que nos conduce hasta el hotel Bellevue, situado en un barrio residencia donde se encuentran la mayoría de las embajadas. En nuestro recorrido vemos pocos coches. Nos damos cuenta que es Ramadán y que por ese motivo la gente estará en sus casas celebrando el fin del ayuno diario.

Un poco de historia:

La actual Ammán, capital de Jordania, es una de las ciudades más antiguas del mundo que ha estado habitada continuamente.

Mencionada en el Antiguo Testamento como Ammon Rabbat (la ciudad de las aguas), fue la capital de los amoritas que se establecieron alrededor del río Jordán (año 1200 a. C.). Invadida por hititas, egipcios, israelitas, asirios, babilonios, persas, griegos, nabateos, romanos, árabes musulmanes, cruzados cristianos, mamelucos y turcos otomanos, han hecho de esta ciudad un mosaico de culturas que se aprecia, simplemente, dando un paseo por la ciudad o sus alrededores.

Construida originariamente sobre siete colinas (Jebels) conserva La ciudadela, con los restos de una basílica bizantina y las columnas de lo que fue en su día el templo dedicado al dios Hércules construido por el emperador Marco Aurelio entre los años 161 - 180). Si bien dentro de la ciudadela el edificio más impresionante es Al-Qaser (el palacio) que data de la época Omeya (año 720). 

Adentrándonos por las calles centricas, en un cruce de caminos entre ésta el el Zoco se encuentra la Mezquita de Husseini. De estilo otomano su construcción data del año 640 bajo el mandato del sultán al-Khattab Ibn de Omar. En 1924 fue recostruída usando piedra rosada y blanca.

En el lado más bajo de una de las colinas que circundan la ciudadela se encuentra, al fondo de la vía principal, el Anfiteatro Romano. Es la herencia más impresionante de la Filadelfia romana construída bajo el mandato del emperador Antonio Pío (138-161). Consta de 33 filas que pueden albergar a 5.000 espectadores. 

Abajo se encuentra el Foro construido entre los años 189-190 bajo el mandato del emperador Cómodo.

Adyacente al teatro y al este del foro se puede visitar el Odeón. Construido en el siglo II tiene una capacidad para 500 espectadores. 

Uno de los atractivos de la parte romana de Amman son sus fuentes ornamentales, que se construyeron por toda la ciudad bajo el mandato romano. Quizás la más atractiva sea el Nymfaeum, integrada dentro del complejo del teatro, está dedicado a las ninfas del agua. Su construcción se realizó en el año 191. 

Dentro de la ciudadela existe un pequeño edificio que alberga el Museo Arqueológico. En él se puede admirar una excelente colección que va desde la prehistoria hasta el siglo XV. Si bien lo más destacado es: 

- las estatuas neolíticas de Ain Ghazal, realizadas en piedra caliza.

- cuatro sarcófagos antropomorfos de la Edad de Hierro con un diseño muy original (simulan un capullo de seda)

- una copia de la Stela de Mesha o Piedra Moabita, erigida por el rey Mesha en el año 850 para celebrar sus numerosas victorias.

- la colección de rollos encontrados en el Mar Muerto (1952) y que hasta entonces habían permanecido ocultos junto al río Jordán.  

Otros museos que se pueden visitar son:

- El Museo de la tradición y el folclore popular. Situado a un extremo del anfiteatro romano exhibe una colección muy bonita de mosaicos de Madaba y de otras iglesias bizantinas. 
En una de sus salas se representan escenas de la vida tradicional jornada (trajes, mobiliario, instrumentos musicales y artesanales)


- Museos de la Universidad. Son varios museos pequeños que albergan temas variados (arqueología, antropología, folklore, medicina, biología...)

- Galería Nacional (pintura, escultura, cerámica) de artistas árabes contemporaneos.

Situado en la ciudad de los deportes existe un edificio monumental en el cual podemos ver una cronología de la historia militar de Jordania, desde la gran rebelión árabe (1916) hasta el presente.









© De Petra a Palmira

Textos y fotos propiedad de Carmen Dorado Vedia

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